Almería y sus personajes I Rocío Segura López (cantaora y saetera)

  • A los 7 años cantó su primera saeta a la Esperanza y fue la primera mujer en ganar la Lámpara Minera

“La saeta es una oración que canto con fe a la Virgen”

Rocío Segura, excelente cantaora y saetera de sentimiento y corazón. Rocío Segura, excelente cantaora y saetera de sentimiento y corazón.

Rocío Segura, excelente cantaora y saetera de sentimiento y corazón. / Javier Alonso

Escrito por

José Luis Laynez Bretones

Sólo tenía siete años cuando su madre, excelsa saetera, cogió una afonía en plena Semana Santa. Iba a cantarle una saeta a la Esperanza pero no podía. Entonces la niña se echó para adelante y dijo: ‘No te preocupes, mamá, yo la cantaré por ti’. Almería no pudo escuchar aquel año la desgarrada voz de Antonia López pero sí la de su hija, Rocío Segura.

–¡Con 7 años cantaste tu primer saeta! ¿Tuvo que tomarte tu padre para que vieras a la Virgen?

–¡Ja, ja, ja! Pues casi casi. Constantino, presidente de la peña El Morato, fue a mi casa para que mi madre cantara algunas saetas a la Virgen de la Esperanza. Pero ella no podía por una inoportuna afonía. No me lo pensé y dije que yo cantaba. Todos sonrieron creyéndolo una fantasía de niña. Pero llegó el Miércoles Santo, fui a la puerta de la Catedral y, hecha un manojo de nervios, me arranqué con la que fue mi primera saeta. Fue empezar a cantarla y me tranquilicé al instante como si me invadiera una paz interior.

–Imagino el revuelo que se formaría en la Catedral...

–La verdad es que sí. El capataz me dio una rosa del trono de la Virgen, la gente me aplaudía, se arremolinaba en torno a mí porque casi no me veían de chica que era, me abrazaban, me besaban y, al acabar, de nuevo me dieron los nervios. Jamás olvidaré aquel momento a pesar de que llevo ya más de 30 años cantándole a ‘mi’ Esperanza en el mismo lugar, a la salida de la Catedral.

"En junio presento un espectáculo en Almería titulado ‘Mis raíces’; tengo enorme ilusión por hacerlo"

–Rocío, imagina que se sienta ahí un chino y tienes que explicarle qué es la saeta. ¿Qué le dirías?

–Pues le diría que es algo que me sale del corazón, del alma, una oración que canto a la Virgen con fe y devoción para intentar paliarle el dolor, el sufrimiento, el desconsuelo que siente por la muerte de su Hijo.

–¿Qué te pasó en la plaza Virgen del Mar con una saeta?

–¡Ja, ja, ja! Yo era aún muy niña, empecé a cantar una saeta y a me-dio se me olvidó la letra y me eché a llorar. La gente decía: “Está tan emocionada que se le quiebra la voz y no puede seguir”.

–Única almeriense que ha cantado en la Exaltación de la Saeta en la Catedral de Sevilla...

–Me siento muy orgullosa de ello, fue algo emocionantísimo. He cantado saetas en toda Andalucía y en media España pero quizá sea este mi mejor recuerdo.

Desgarrada imagen en plena saeta Desgarrada imagen en plena saeta

Desgarrada imagen en plena saeta / Jesús Amat

–Pero no eres sólo saetera, eres también una gran cantaora.

–Gracias por el calificativo. Me recuerdo desde siempre cantando flamenco. Nací en Pescadería y en mi barrio y en mi casa se respiraba el cante por cualquier rincón. Con 15 años canté en una huelga de pescadores, me grabaron y me di a conocer. No era esa mi intención pero así empece.

–Saltaste a la fama cuando ganaste la Lámpara Minera.

–Sí, fue en agosto de 2000 en La Unión (Murcia). Fui la primera mujer andaluza en ganarlo. Aquello fue algo grande para mí, que aún no había cumplido 20 años. Se me empezó a conocer en toda España y llevé un año loco de galas y actuaciones. Pero de las rentas de un festival como ese sólo se vive un año; luego hay que saber mantenerse a base de esfuerzo y trabajo.

–Ello te supuso recibir el Escudo de Oro de Almería.

–Algo de lo que me siento orgullosísima. Mira, yo no canto para recibir premios ni reconocimiento; sólo lo hago por hacer feliz a tanta gente con el arte y la facilidad que me ha dado Dios. No soy amiga de bullicios ni de mucha gente alabándome. Si hay gente que es feliz oyéndome cantar, ya me siento suficientemente recompensada.

"Siempre le he cantado a la Virgen de la Esperanza a la salida de la Catedral, le tengo una gran devoción”

–Me consta que hay una letra flamenca que define bien lo que es el arte para ti...

–¡La de cosas que sabes de mí! Se nota el mucho tiempo que hace que me sigues. Dice así: El cante es mi buen amigo; a veces me mata de pena; otras se emborracha conmigo. El cante hay que sentirlo para exteriorizarlo y hacerlo sentir a los demás. Mira, los meses de mi embarazo fueron los que más me emocionaba cantando. Debía estar especialmente sensible.

–A lo mejor por eso le pusite a tu hija el nombre de...

–¡¡Soleá!! Es que la soleá es un palo del cante que simboliza la vida, la alegría, la luz, lo que quiero que mi hija tenga y transmita. Tiene 13 años y el encantadora. No ha heredado mi vena flamenca pero le gusta mucho cantar otras músicas.

–¿Un proyecto?

–En junio presentaré un espectáculo que he llamado ‘Mis raíces’, Estoy ilusionadísima con él.

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