Almería es tierra de cine, indudablemente. Ha sido y es fuente de inspiración para muchos directores de cine del mundo, motivados además de por sus paisajes, que se convierten en escenarios únicos, por el gran número de horas de sol diarias, sumado a grandes contrastes, que permiten rodar en distintos parajes a pocos kilómetros de distancia. Rodajes que han traído a la provincia a grandes actores, conocidos dentro y fuera de nuestras fronteras.

Y precisamente uno de estos actores daba nombre a un clásico de la provincia, una curiosa bebida caliente de color rosa coronada con una piel de limón y canela, atractivo para vecinos y visitantes. Hablamos del más que famoso americano, el cóctel más demandado en Kiosko Amalia, en el corazón de la Plaza Manuel Pérez García.

Una curiosa bebida caliente de color rosa coronada con una piel de limón y canela

A diario, acercarse por estos lares es escuchar: “señor, póngame un Americano, por favor”.  Instantes después, aparece el camarero con un pequeño vaso que contiene la joya de la corona de este kiosko almeriense con más de un siglo de historia. Aunque puede parecer bastante sencillo de preparar tiene su misterio. En un vaso se vierte una cucharada de azúcar y piel de limón, leche caliente, licor o crema de cola, elaborado a partir de nuez de cola y con casi 30 grados de alcohol, que le aporta ese color rosa al combinado, que finalmente se decora con canela. 

El Kiosco Amalia fue fundado en 1889, y es conocido por el célebre ‘Americano’, que según la leyenda surge cuando uno de aquellos actores americanos que rodaban películas en Almería en la década de los 70 pidió esta bebida y desde entonces se quedó con el nombre de “el americano”. Aunque Kiosko Amalia también es demandado por el ‘Jabea’ (granizado de limón con licor de menta) y el ‘Quemaillo’ (en una tacita, granos de café, un trozo de cáscara de limón y azúcar. Todo se cubre con coñac caliente, se prende y agita). Pero, por encima de todo, Kiosko Amalia, instalado al lado de la Puerta de Purchena, es conocido por ser un establecimiento de dinamización turística, arraigado en las costumbres de la ciudad.

El Kiosco Amalia fue fundado en 1889

Su sabor dulce es muy peculiar y, según afirman sus defensores, esta bebida caliente entra bien tanto en invierno como en verano y a juzgar por los miles de americanos que se sirven a lo largo del año, razón no les falta. Motivo por el que este peculiar combinado con historia de cine es patrimonio gastronómico de la provincia.