El incremento en el coste de la vida se ha convertido en una realidad para todos los consumidores, quienes se enfrentan cada vez a precios más elevados para llenar su cesta de la compra. Este encarecimiento de los precios se ve reflejado especialmente en el sector de frutas y hortalizas, elementos indispensables en nuestra alimentación.

Mientras los consumidores pagan precios cada vez más altos, los agricultores continúan luchando contra la obtención de unos beneficios mínimos que en ocasiones hacen que no sea rentable continuar cultivando sus productos. De esta manera, durante el pasado mes de abril los productos agrícolas multiplicaron su precio por 4,74 en el trayecto del campo a la mesa según un informe publicado por Coag.

El Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos (Ipod) de abril muestra cifras tan significativas como el incremento del 669% en el precio de un kilogramo de tomate para ensalada. El agricultor recibe 0,29 euros por sacar adelante un producto que en el supermercado llega a venderse a 2,23 euros el kilo. En este caso el precio en origen se multiplica 7,69 veces desde el campo hasta la mesa del consumidor.

Aunque el precio del tomate se ha mantenido respecto al mes anterior para el consumidor, cuando se pagaba 2,34 euros por kilo, en ese momento la diferencia se encontraba en el 297% entre origen y destino, muy por debajo de los datos registrados en el mes de abril. 

En cuanto a los pimientos el precio para el agricultor también ha descendido notablemente en abril con respecto al mes anterior, por lo que el pimiento verde ha experimentado una subida en destino del 175%, mientras que el pimiento rojo multiplica su precio 3,35 veces anotando una subida del 235%.

Tanto el pimiento como el tomate son pilares fundamentales de la producción agrícola en la provincia de Almería, y lo que da de comer a la mayor parte de los almerienses que viven del sector agrícola, sustentando su economía. Por ello, las protestas de los agricultores en busca de precios más justos han sido frecuentes en los últimos tiempos en un intento por vender su producto de forma más rentable.

A pesar de ello, la realidad muestra que los beneficios económicos se concentran mayormente en los intermediarios, dejando a los productores un margen mínimo que en algunas ocasiones lleva incluso al abandono de la explotación agrícola.

Igual ocurre con muchos otros productos agrícolas básicos en nuestra alimentación , como por ejemplo en el caso de la lechuga, la cebolla o la berenjena que experimentan un aumento en torno al 500%.

Sin embargo, los cítricos lideran el ranking de encarecimiento, siendo el limón el producto con la mayor subida durante abril, con un aumento del 895%. Esto se traduce en una multiplicación de casi diez veces su precio original.

A la cola en esta subida está el aceite de oliva, que solo se incrementa un 41% respecto al precio en origen , llegando a alcanzar un coste en los lineales de 10,17 €/L. A este lo acompañan otros básicos como los huevos con una subida del 50% en destino, y la leche de vaca con el 80%.

El sector cárnico también ha experimentado subidas durante el mes de abril. En cabeza está el cordero con valores que llegan al 348% cuando se comercializa en el supermercado, o la ternera de primera, con una diferencia del 282%.