El doble enfrentamiento ante el Villarreal resume gran parte de la temporada 23/24 de la UDA. En la primera vuelta, en Villarreal, se jugó muy bien con Vicente Moreno de técnico todavía, y se mereció ganar la UDA, pero un gol de Sorloth en los últimos compases sentenció el partido, tal y como ha ocurrido con idéntico marcador en el Power Horse, con el noruego como ejecutor de nuevo. Fueron encuentros diferentes, pero en ambos la UDA ni exhibió acierto en ataque, ni contundencia en defensa cuando se precisaba.

Pecados capitales que harán descender matemáticamente a Segunda a los rojiblancos si, aun ganando al Getafe el próximo sábado, el Celta puntúa en su visita a Mendizorroza ante el Alavés. Cercano ya se encuentra el fin del periplo en Primera de la UDA de Turki (esperemos que no el único), una historia que se presumía similar a la que está viviendo el Girona, pero no conviene desfallecer.

El mismo Girona resurgió de sus cenizas cuando parecía que Michel no iba a poder sacarlos de la Segunda División, y en otro nivel el Leverkusen de Xabi Alonso pasó de juguetear con la debacle el pasado curso a ser la sensación actual de Europa. De cara a la siguiente campaña hay que saber extraer lo positivo y mejorar en lo negativo, empezando por el área técnica del club que confecciona la plantilla.

Como indiqué anteriormente, los dos choques de esta campaña ante el Villarreal pueden servir de enseñanza para concienciarse de que en el fútbol actual el físico ocupa un porcentaje muy elevado, cada vez más, y que de poco sirve jugar bien como lo hizo el Almería y reconoció el mismo Marcelino. La contundencia en defensa, en ataque y la que da un conjunto aguerrido en el centro del campo, te puede llevar al éxito por encima de otras consideraciones.

Se puede jugar bien, como lo hizo la UDA, pero la diferencia física te ayuda en ausencia de un mal día técnico o de acierto. Si no, que se lo pregunten al Real Madrid en su eliminatoria ante el City. El mismo Mel comparó al término del partido este encuentro ante el Villarreal al disputado en Manchester hace unos días.

La UDA parecía de plastilina ante el Villarreal pese a haber hecho las cosas mejor, ya que el fútbol actual tiene mucho de fondo físico y fuerza, y precisamente la UDA de Vicente Moreno adoleció de todo ello, amén de que la misma confección del plantel ya partió con esa desventaja desde que se cerraron ambos mercados de fichajes.

Langa se exhibió ante el Villarreal e incluso Montes disputó un buen encuentro (al mexicano está más delgado que nunca); Pubill volvió a demostrar que está por encima de sus compañeros, pero a este Almería desequilibrado le ocurrió dos veces lo mismo ante un rival que se limitó a aguantar y a esperar su oportunidad al amparo de su mayor fortaleza. Da igual cómo se juegue o que algunos jugadores destaquen sobremanera, esta UDA no es compacta y por esa razón va a descender en una semana. Ahora toca aprender la lección y pensar más en fortalecer de veras a una plantilla que no sea de entrada y salida, sino de hombres comprometidos con la entidad sin que piensen tanto en dar el salto en una o dos temporadas. Rectificar es de sabios Turki, se está a tiempo.

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