Marcos Peña salta en la disputa por un balón aéreo en un partido del filial.

Marcos Peña salta en la disputa por un balón aéreo en un partido del filial. / José Velasco (Maracena)

En un curso completamente para el olvido en el seno de la UD Almería después de que el pasado sábado se confirmara de manera matemática su descenso a la categoría de plata tras un despropósito de temporada y para lo que hace falta hacer una profunda reflexión, el filial del conjunto rojiblanco se ha convertido prácticamente en lo único positivo que está habiendo en lo que a la UDA se refiere. Es el conjunto de Alberto Lasarte el que está proporcionando las principales alegrías y este pasado fin de semana hizo lo propio. El segundo equipo de la entidad almeriense logró certificar de su billete para el play off de ascenso a Segunda RFEF, categoría a la que le urge subir para reducir la gran distancias que hay en la actualidad con el primer equipo, tomándose la revancha después de que la temporada pasada se quedara fuera de él en uno de los peores cursos protagonizados por el filial en su historia. Pero a nivel individual también algunos de sus hombres están viviendo uno de sus grandes momentos en sus incipientes carreras deportivas. Es el caso de Marcos Peña, quien si hace poco más de un mes cumplía uno de sus grandes sueños debutando en Primera División con el equipo de su tierra y además haciéndolo como titular ahora le ha tocado el turno de recibir la llamada de la selección española sub-19. Una grata noticia que viene a refrendar el gran momento que atraviesa el centrocampista y que es fruto del arduo trabajo y la constancia que ha habido detrás durante años atrás para alcanzar las metas a las que está llegando últimamente. Aunque todavía es pronto para saber qué será de Marcos Peña en los próximos años, es innegable que a sus diecinueve años cumplidos en este mismo 2024 tiene por delante un futuro prometedor. Mientras tanto, tan solo queda desearle que continúe disfrutando de estas experiencias que le está deparando la vida y con la que han soñado muchos niños, algunos ya no tan niños, durante mucho tiempo y que nunca han podido vivirlas en primera persona. Sin duda, está siendo una de las pocas cosas positivas, más bien la única, que está habiendo durante este curso en lo que a la UD Almería se refiere.

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