La Tribuna

Ángel Agis Marín

Escritor

Amor en los mayores

¿existe el amor en los mayores? Claro, el amor existe en todas las edades. En la juventud, en la madurez y en los mayores o tercera edad. Existe el amor fraterno que se da entre familiares, de padres a hijos y viceversa y con el resto de las familias, el que existe entre parejas y el que damos a mascotas y otros animales del mundo.

¿Qué es el amor en general?

No es egoísta quien desea que le quieran, sino algo sublime, desinteresado materialmente, es mas sentimental, mas espiritual, que se siente y se ofrece gratuitamente sin esperar nada a cambio, ese es el verdadero amor. Con respecto al amor en las diferentes etapas de la vida, existe el amor que aparece en la adolescencia que puede ser autentico, aunque muchas veces están mas basados en el atractivo, simpatía, los que se dicen correspondientemente “de juventud”, de temporada “amor de verano” que, como las tormentas de verano, vienen y se van a todas velocidad, sin dejar rastro. Después en la madurez, aparece otro amor que también puede ser autentico y verdadero si se dan las condiciones antes mencionadas de empatía, atractivo personal y otros. Los no auténticos no echan raíces, y se apagan y se secan.

Y está el amor verdadero, como dice Manolo Escobar en una canción “ni se compra ni se vende”, se da totalmente en cuerpo y alma. Se entrega sin condiciones, se da porque se siente y puede ser correspondido o no, pero el enamorado o enamorada no se para a analizar si es un verdadero amor o no. Se da, se entrega, y si los dos sienten lo mismo, ya tenemos una pareja perfecta.

Pero vayamos al último escalón de la vida, la mayoría de edad o tercera edad, que no se dice viejo, pues lo de viejo es lo decadente, lo inútil, lo que no sirve para nada. Aquí convendría recordar, la prosa poética del gran poeta y escritor uruguayo Mario Benedetti, que decía “Aquí no hay viejos solo nos llegó la tarde”. En el amor de los mayores, se puede dar con las mismas condiciones de las otras edades, con entendimiento, empatía, pasión y amor puro y sincero, entregándose total y con el alma.

Tenemos el patrón del amor que es San Valentín que nos ayuda, guarda y protege a todos los enamorados auténticos que damos y recibimos el amor sin intereses materiales, solo amor, amor, amor. Hay varias leyendas sobre él, el origen se remonta a la época del imperio romano, quien desafío las órdenes del emperador Claudio II. En contra de su voluntad, siguió casando a jóvenes enamorados en secreto, hasta que finalmente fue descubierto y condenado a muerte.

¡Que felicidad amar y sentirse amado, cuando estamos físicamente con nuestra pareja o cuando estamos espiritualmente tras su ausencia en la tierra! Esto se queda para siempre en nuestro corazón.

San Agustín decía, que la medida del amor es amar sin medida.

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