Cielos, o él o Ayuso

¿Quién escribe cuatro folios en tiempos del tuit Habría bastado un escueto: ‘Sujetadme hasta el lunes, que dimito’

De un presidente insólito (legítimamente elegido y todo lo que usted quiera, que sí, hombre, que de la fachosfera será su padre, pero insólito) sólo pueden esperarse decisiones inauditas y siempre sorprendentes. Como esta carta personal, sin membrete y sin logo del PSOE o de Presidencia del Gobierno, de cuatro folios y por las redes sociales. “Era por ahorrarme cuarenta millones de sellos”. Ya, ya, señor Sánchez, ¿pero quién escribe cuatro folios en tiempos del tuit? Habría bastado un escueto: ‘Sujetadme hasta lunes, que dimito’. “No se quejen, que el primer borrador tenía veinte y a partir del quinto te entraba una llorera que no veas, pero conseguí reducir la extensión y el sentimentalismo”. Bueno, siga reflexionando y no me interrumpa más. Hasta el otro día España estaba políticamente parada, sin presupuestos, esperando la decisión de los separatas vascos y catalanes. Quiero decir que Sánchez se puede coger no cuatro días, sino seis meses de excedencia, y no pasaría nada: el país seguiría funcionando porque médicos, profesores, fontaneros, policías, repartidores, barrenderos y un largo etcétera acuden cada día a su trabajo ya llorados de casa. Eso sí, habría que guardar las formas constitucionales, las formas son muy importantes. ¿El presidente comunicó previamente al rey su baja laboral por reflexión o éste se enteró, como todos, por las redes sociales? “¿Pero a ti qué más te da? Nos pasamos la Carta Magna por el forro en asuntos más gordos y vamos a pararnos en detalles chorras, anda ya”. “Demócratas y demócratos, compañeros y compañeras, la democracia está en peligro, acudid a salvarla”. “Siempre contigo, presidente, ¡no pasarán!”. ¡Basta, basta! (No sé qué es peor, si amplias cartas que no lee nadie, salvo los periodistas, o doscientos tuits por hora a cuál más vergonzoso).

Ahora bien, ante esta vuelta de tuerca más a la polarización y ante lo que parece ser que nos espera (¡Cielos, o él o Ayuso!), sólo nos queda una alternativa: cogernos nosotros también una baja laboral. “¿Y de tapa qué tiene?”. “Lo siento, me es urgente reflexionar si merece la pena este curro por cuatro perras que me pagan”. Hala, todo el mundo a recapacitar. “¿Que me va a multar por aparcar en doble fila? Es que estaba reflexionando y no me he dado cuenta, y usted debería hacer lo mismo, agente. ¿Cómo que está de servicios mínimos?”.

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