El medio y el ambiente

El agua subterránea merma en todas partes

Los acuíferos están disminuyendo, pero la buena noticia es que ese hecho se puede revertir

Leído en la revista SINC: “Científicos de la Universidad de California han publicado en la revista Nature la mayor evaluación de los niveles de agua subterránea en todo el mundo hasta la fecha, que abarca cerca de 1.700 acuíferos.” Los resultados indican que la tendencia general es una disminución global de los recursos hídricos, con un descenso de más de 0,5 metros por año en el siglo XXI, lo que supone una reducción en el 71 % de los acuíferos.

Consecuencias: los pozos se secan, y eso provoca la intrusión de agua de mar (véase la balsa del sapo de Almería) o la degradación de la calidad del agua. Eso también se sabe en Almería donde hace años se mezclaban agua de desaladora y agua de pozos para disminuir el uso de éstos y regar con un agua de calidad aceptable.

Como los recursos de aguas subterráneas y superficiales suelen estar interconectados, dicha extracción excesiva puede afectar a la cantidad de agua disponible en los ríos (véase la reciente preocupación de los catalanes por el delta del Ebro).

Los acuíferos están disminuyendo, pero la buena noticia es que ese hecho se puede revertir, ya que en 2014, los autores del artículo descubrieron que la recarga de acuíferos puede almacenar seis veces más agua por dólar que los embalses superficiales, lo cual es interesante para acallar a los pseudoecologistas empeñados en destruir presas.

Al definir 1.693 sistemas acuíferos en todo el planeta, encontraron que el 36 % de los acuíferos estaban disminuyendo en 0,1 metros por año, mientras que el 12 % decrecían rápidamente a tasas que superaban los 0,5 metros por año. Al comparar estos hallazgos con los datos de agotamiento de las aguas subterráneas de 1980 a 2000, el equipo encontró que el 30 % de los acuíferos estudiados se enfrentaron a un agotamiento acelerado en el siglo XXI, especialmente en las regiones secas, entre las que se encuentra Andalucía.

Sin embargo, también hay noticias que alimentan la esperanza, ya que los investigadores también encontraron que el 6 % de los acuíferos en los datos aumentaron 0,1 metros por año, mientras que el 1 % aumentó a una tasa de 0,5 metros por año.

Ello como resultado de transferencias de agua superficial, o cambios en la cobertura del suelo y proyectos de recarga gestionada. Un ejemplo está en Tucson, Arizona, donde el agua asignada del río Colorado se utiliza para reabastecer el acuífero en el cercano valle de Avra. El proyecto almacena agua para el futuro. Algo parecido a ese proyecto del que no sólo desapareció el proyecto, sino también las tuberías, que ya se habían comprado, gracias a Zapatero. Nunca se lo agradeceremos bastante en el Sur.

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