El medio y el ambiente

Si son de izquierdas ¿por qué no son estóicos?

Todos los sucesos de nuestra existencia están regidos por la “ley de la causa y el efecto” y recogemos lo que sembramos

Zenón de Citio, el Estoico, fundó la escuela filosófica estoica hacia el 300 a. C. en Atenas. Ponía énfasis en el bien racional que se obtenía a través de una vida virtuosa, es decir, acorde a la naturaleza.

En sus clases admitía a gente de la más baja clase social, y a la par tenía relación amistosa con el rey Antígono II Gónatas de Macedonia, que lo invitaba a los banquetes reales pese a su carácter no dado a los placeres, y era admirado y emulado por el mismo rey por su buen carácter. Dice Plutarco que sólo deseaba una vida tranquila, aunque fuera lejos de su patria (Chipre), dando discursos y lecciones. Por su cualidad de extranjero nunca pudo dedicarse a la política en Atenas, aunque sí recomendaba esta actividad. Sus enseñanzas dieron lugar al nacimiento de la doctrina del estoicismo, en la que introdujo, en oposición al cinismo, el estudio de la lógica y la física. La lógica es la virtud de saber a cuáles representaciones (percepciones que recibe la mente a través de los sentidos y los recuerdos) sí o no asentir. Y la física es la virtud de saber cómo actuar conforme a la Naturaleza, porque la física estudia y entiende a la misma Naturaleza como un conjunto coherente. ¡Podrían tomar nota los verdes! Para Zenón, la lógica y la física son disciplinas indispensables, junto con la ética, para comprender la filosofía toda y para saber cómo llegar a ser sabio. La lógica de Zenón es que el conocimiento viene a partir de los sentidos, no hay ideas innatas, pero cuando el hombre adquiere sus conocimientos llega a percibir los conceptos morales universales, y ésto es común a todos los hombres. La razón, así, depara dominio de los instintos y pasiones, justicia y acatamiento de las leyes de la sociedad en que se vive. La virtud es fundamental en el sistema moral de Zenón; a la que describe como “vivir de modo acorde a la naturaleza”. Además, no consideraba como un bien a ningún otra cosa que no fuera la virtud, porque “el bien es algo simple, solo y único”. Todos los sucesos de nuestra existencia están regidos por la “ley de la causa y el efecto” y recogemos lo que sembramos. Lo anterior está, gratis y sin asesores, a disposición del gobierno en la Wikipedia, y es la antítesis de la vida a la que nos está llevando su política social, pues no tiene nada que ver con las manidas políticas sociales, ya que se da por supuesto que éstas deben ser la mayoría de sus actividades de gobierno, aquí y en la Conchinchina, pues si el que gobierna la sociedad no hace política social, no sé yo quién la va a hacer. ¡Ay, qué uso más torticero hacen del pobre lenguaje!

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