Semana Santa

Semana Santa de Almería: Los rezos a la Merced obraron el milagro en la Catedral

Salida de Prendimiento

EL mal tiempo continúa, la borrasca Nelson no da tregua para que los almerienses puedan disfrutar de las estaciones de penitencia que están teniendo lugar esta Semana Santa. Con fuertes rachas de viento que ayer llegaron hasta los 90km/h. en algunos momentos.

Este fue el motivo para que la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Almería se reuniera de manera extraordinaria para poner de acuerdo un retraso general de una hora en sus horas de salida. El viento no impedía aún así que los almerienses se agolparan impacientes e ilusionados para ver la salida de Nuestro padre Jesús en su Prendimiento, a Jesús Cautivo de Medinaceli y a Nuestra Señora de la Merced.

Tras posponer primeramente una hora la salida, al final la Santa Iglesia Catedral abrió sus puerta a las 20:20, hubo momentos de tensión en la Plaza de la Catedral al ver pasar las horas y no saber si se podría realizar la estación de penitencia.

Tras la espera, aunque la hermandad tuvo que acortar su itinerario por Calle Cervantes descendiendo por Calle Real, les abrían paso un cortejo de 450 nazarenos con hábito compuesto por túnica recogida por un cinturón, escapulario en sarga marfil y antifaz azul con el escudo en el pecho.

La salida del Prendimiento daba un respiro para que los almerienses pudieran deleitarse con la segunda fase del dorado del paso de misterio, respiradero y candelabros de guardabrisas frontal y canasto del costero derecho, obra de Enrique Castellanos. Pese que hubiera ventiscas desagradables por algunas bocacalles de la ciudad.

El Cautivo de Medinaceli, a su salida. El Cautivo de Medinaceli, a su salida.

El Cautivo de Medinaceli, a su salida. / Javier Alonso

Seguían saliendo el cortejo con la esperada llegada del Cautivo, con su mirada cautiva y al sonar de las cadenas de sus fieles con promesas. El Señor de Almería salió radiante, era un momento esperado, deseado, necesario para los centenares de almerienses que esperaban que el viento no les impidiera disfrutar de esta tarde de Miércoles Santo.

Nuestra Señora de la Merced, con la candelería golpeada sin piedad por el fuerte viento, fue la última en cruzar el pórtico de la Catedral. Momentos de incertidumbre, que tuvieron un final feliz. Un recorrido más corto, sobre todo en su tramo inicial, para que no hubiera problemas con el resto de hermandades que también realizaban en la tarde de ayer su estación de penitencia por las calles almerienses.

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